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¡Por fin ya estamos en Madrid! Y cómo de rápido ha llegado el frío, rápido casi se ha ido este primer mes de octubre; este otoño ha traído también el comienzo de nuestro tiempo de voluntariado.
Después de tanta curiosidad por llegar, ahora los nombres tienen caras familiares y los lugares se hacen menos desconocidos. Han empezado las actividades en las asociaciones y con ellas nuestros deberes y nuestras responsabilidades.
Si me paro a pensar en cuantas cosas ya han cambiado y en cuantas otras van a cambiar, me siento movida por unas emociones que no logro bien explicar. Estoy viva como la vida en sí y llena de entusiasmo como una niña.
Será que las niñas y los niños de la Asociación me han contagiado con su forma de ser y sus ganas de hacer. Todas mis tardes las paso en la asociación con ellas y ellos, haciendo deberes y disfrutando de nuestros tiempos de ocio compartido. Cuando los miro pienso que me gustaría volver a ser niña como ellos son ahora, pero luego pienso que no debe ser fácil la vida de niño en un mundo de adultos, con tantas reglas y tantos deberes que cumplir… y mientras lo pienso sonrío y me siento muy agradecida por estar donde estoy, consciente de mi camino hacia la vida adulta.
Mientras los adultos enseñan a los niños, al mismo tiempo aprenden de ellos, y yo estoy segura de que lo que iré recibiendo en estos meses será mucho más de lo que lograré enseñar yo. Por muchas cosas que se puedan enseñar hay otras que solo podemos vivir, como esta maravillosa experiencia que acaba de empezar.
En estos días tan llenos me siento como una esponja que lo absorbe todo, ¡cuántas personas y que de energía nueva! Quiero agradecer a toda la gente que hace posible estas experiencias, que nos ayudan mucho a crecer, a entender mejor el mundo y a ser partícipes en ello. Estoy segura de que lo mejor aún tiene que llegar y estos momentos tan bonitos pronto serán recuerdos inolvidables.
Michelle Olivieri.
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Michelle: We are already in Madrid!
Finally, we are in Madrid! And how quickly the cold has arrived, how quickly this first month of October has almost gone; this autumn has brought with it our time of volunteering.
After so much curiosity to arrive, now the names have familiar faces, and the places are less unknown. The activities in the associations have started and with them our duties and responsibilities.
If I stop to think about how many things have already changed and how many others are going to change, I am moved by emotions that I can’t quite explain. I’m alive as life and full of enthusiasm like a child.
Maybe the children of the Association have infected me with their way of being and their desire to do. I spend all my afternoons at the association with them, doing homework and enjoying our shared leisure time; when I look at them I think that I would like to go back to being a child like they are now, but then I think that it must not be easy to live as a child in a world of adults, with so many rules and so many duties to fulfil… and while I think about it I smile and feel very grateful for being where I am, aware of my path towards adulthood.
While adults teach children, at the same time they learn from them, and I am sure that what I will be receiving in these months will be much more than what I will be able to teach. However many things can be taught, there are others that we can only live, like this wonderful experience that has just begun.
In these full days I feel like a sponge absorbing everything, so many people and such renewed energy! I want to thank all the people who make these experiences possible, who help us a lot to grow, to understand the world better and to be part of it. I am sure that the best is yet to come, and these beautiful moments will soon become unforgettable memories.
Michelle Olivieri.
evsvallecas.wordpress.com 