“Que dura la vida de voluntario”

“Que dura la vida de voluntario” Esta es la frase que he repetido más veces este último mes. Sonará algo irónico, pero toda ironía tiene un fondo de verdad. Me siento bien ¡que nadie se asuste! Pero al mismo tiempo me siento muy agotada. Tal vez estuve demasiado relajada en los primeros meses que ahora ya me había desacostumbrado a estrés y prisas. Será que estamos en abril y yo soy como una flor que, nada más salir, quiere ser semilla y fruto. Será que ya es la época en la que vamos recogiendo los fruto de nuestro voluntariado, que empensó en octubre ¡El año pasado! ya falta menos de la mitad para que esto se acabr y si lo pienso mucho me siento ahogar. Será que esta es la época más densa, ya falta poco al verano y cada esfuerzo se duplica.

Veo muchos puentes en mi horizonte, pero ninguno de estos toca aún tierra firme. Me estoy entrenando a vivir en la incertidumbre.

Hay muchísimas emociones que a florecer pero ellas también parecen pasar con prisa. ¿Es verdad que el presente se entiende solo en el futuro?

Pienso en ahora y en mañana a la vez, intento ir pasito a pasito para disfrutar del paisaje y de cada minuto, pero cuando me paro veo el tiempo que se ha ido muy muy rápido. ¿Alguna traza dejará?¿ Donde me conduce tanto andar?

Y basta con abstractas filosofías: estos pasos persiguen lugares y me unen a personas.

Este fin de semana iré en un pueblo cerca de Segovia con los adolescentes de la Asociación. La semana que viene iré en un encuentro de jóvenes voluntarios cerca de Málaga. Con el mes de mayo empensaré el curso de dinamización de ocio y tiempo libre. En seguida los campamentos de veranos…

Muchas cosas y tantas emociones. Me siento bien aunque me siento ahogar. Y mientras lo escribo pienso “podría tranquilamente ser un pez que sabe nadar sin ahogar” pero hace poco me sintió una flor a punto de mudar… cuántas cosas cuántos lugares cuántas personas.

Me siento feliz y triste a la vez: feliz por todo lo que ha sido y lo que sigue siendo, triste si pienso que pronto se va acabar. Pero pronto los puentes de mi horizonte encontrarán tierra firme y cada fin conlleva un nuevo comienzo. ¿algo de incertidumbre irá definiéndose? Sigo ahogando mientras aprendo a nadar.

Acabo este artículo y pienso en las clases de inglés que tengo que preparar, en las actividades que tengo que planificar, en la maleta que tengo que hacer y en la comida que aún tengo que cocinar…

Horas 14:14
Me levanto de la silla y pienso “que dura la vida de voluntario”.

“How heavy is the life of volunteer!” This is the phrase that I have repeated more times this last month. It will sound somewhat ironic, but all irony has a real bottom. I feel good, nobody gets scared! But at the same time I feel very exhausted. Perhaps I was too relaxed in the first months that I had now become unaccustomed to stress and haste. It will be that we are in April and I am like a flower that, as soon as it comes out, wants to be seed and fruit. It will be that it is already the time in which we are collecting the fruit of our volunteering, which began in October Last year! And if I think about it, I feel like drowning. It will be that this is the densest season, already missing little to the summer and every effort is doubled.

I see many bridges on my horizon, but none of these still touch the mainland. I’m training myself to live in uncertainty.

There are many emotions to flourish but they also seem to pass with haste. Is it true that the present is understood only in the future?

I think of now and tomorrow at the same time, I try to go step by step to enjoy the landscape and every minute, but when I stop I see the time that has gone very fast. Will it leave any trace? Where does walking lead me?

And enough with abstract philosophies: these steps chase places and unite me to people.

This weekend I will go in a village near Segovia with the teenagers of the Association. Next week I will go to a meeting of young volunteers near Malaga. With the month of May I will begin the course of revitalization of leisure and free time. Soon the summer camps…

So many things and so many emotions. I feel good even though I feel like drowning. And as I write it I think “I could be a fish that knows how to swim without drowning” but recently I felt a flower about to move… how many things how many places.

I feel happy and sad at the same time: happy for all that has been and still is, sad if I think it will soon be over. But soon the bridges of my horizon will find firm ground and each end brings a new beginning. Will some uncertainty be defined? I keep drowning as I learn to swim.

I finish this article and think about the English classes I have to prepare, the activities I have to plan, the suitcase I have to make and the food I still have to cook…

Hours 14:14
I get up from the chair and think “How heavy is the volunteering’s life”.